Los inicios fueron humildes y difíciles por la situación de revolución del país en ese entonces. Sin embargo, las clases se iniciaron en el tiempo justo de la apertura del año lectivo 1954. Las alumnas eran pocas, pero poco a poco fueron aumentando.
Somos una Institución Católica que suscita la convergencia entre el Sistema Preventivo y la gestión de una educación de calidad, que forma personas protagonistas de cambio en el entorno social.
Ser una Institución a la Vanguardia de la Innovación Educativa con Excelencia Académica, sólida formación Humano Cristiano Salesiana, y un explícito compromiso de ciudadanía activa.
Excelencia, Criticidad, Innovación, Liderazgo
Gratitud, Servicio, Compromiso
Familiaridad, Alegría, Respeto, Acompañamiento
En una casa, donde se comparte la cotidianidad con todos los que en ella habitan, construyendo el espíritu de familia, característica de la espiritualidad salesiana.
Promoviendo experiencias de encuentro con Dios, a través de los sacramentos, la devoción a María Auxiliadora, sentido de pertenencia eclesial, proyección misionera, para crecer a Cristo en el corazón de las niñas y jóvenes.
Con excelencia académica y la riqueza de la animación de los educadores que junto a las niñas y jóvenes construyen un ambiente positivo de relaciones interpersonales, a través de la metodología constructivista y participativa.
La relación educativa es personal caracterizada por la confianza y familiaridad, donde desarrolla la pedagogía de la fiesta y alimenta la cultura del encuentro.
Como Salesianas educamos hacia el conocimiento y el respeto de sí mismas, al desarrollo de la autonomía personal y del sentido crítico, a la adquisición de la capacidad de opción frente a situaciones diversas y contrastantes, asumiendo las propias responsabilidades, y la maduración de una mentalidad abierta y flexible dispuesta a la formación continua.
En el Sistema Preventivo la religión es considerada por Don Bosco no sólo como objetivo prioritario y como contenido, sino también como camino hacia la felicidad. Se trata de un anuncio que abre a los jóvenes, a la experiencia del amor de Cristo para que puedan llegar gradualmente a conocerlo como la razón de su vida.
En esta prospectiva educamos a las niñas y jóvenes a ser activas y críticas, a promover la justicia, el amor, la verdad y la libertad. Comprometidas en defender el valor absoluto de la persona y su inviolabilidad por encima de los bienes materiales y de toda institución social y política. Optando con renovada conciencia por ser solidarias con los más pobres.
La prospectiva comunicativa favorece la relación y el encuentro; orienta a superar barreras y conflictos interpersonales; educando al diálogo interpersonal, a la apertura al otro respetando su originalidad, a la vida de grupo como laboratorio de relaciones auténticas, al redescubrimiento de la familia, al compartir en comunidad de fe, a la utilización positiva de los medios de comunicación social, a la valoración del teatro, de la música, del arte.